miércoles, 25 de febrero de 2009

Escenas matritenses

Desde la última vez que narré estas escenas matritenses, he estado en cuatro conciertos de cámara. Me parece muy poca cosa para casi veinte días pero, como se verá, ha habido sustancia.
Escuché al Cuarteto Arditti que hizo, el día 11, la integral de Scelsi para Musicadhoy. Me interesó mucho el programa y el Arditti es una institución absoluta e indiscutible. Ahora bien, escuchado sobre todo el primer cuarteto del italiano, que está escrito en un lenguaje más convencional, uno se pregunta ¿es el Arditti un buen cuarteto?
El 18 de febrero, en el Liceo de Cámara, sonatas de Brahms por Kavakos y Leonskaja. dos artistas excepcionales; versiones austeras, cuidadas, intensas, de absoluta referencia.
El 6 de febrero y hoy mismo -día 25-, he escuchado, en el flamante Auditorio Sony, dos conciertos de los alumnos del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid. Esta institución comparte sede con la Escuela Reina Sofía y no sé muy bien por qué no funciona, simplemente, como departamento de cámara de la hermana mayor. Sus razones tendrán. Aunque los alumnos del Instituto están dedicados exclusivamente al género camerístico y los de la Escuela lo abordan como complemento -sustancial- de su formación instrumental general, es instructivo y placentero escuchar a unos u a otros.
En el concierto del 6 actuaron alumnos de la cátedra de cámara con piano, dirigida por Ralf Gothoni. El nivel, como habitualmente, fue muy alto. Recuerdo con especial agrado al ya reconocido, dúo Del Valle -aunque cada vez me cuesta más escuchar Schubert en piano moderno-; a un musicalísimo Denis Kozhukhin en el Trío Cervantes -quizás demasiado presente-; la interpretación mejor que he oído en mi vida del Trío de Gerhard por el Trío Concordiae -¡qué gran música, cuando se la sirve así!-; y la intensidad trágica de Aine Suzuki en la sonata de viola de Shostakovich.
En el concierto de hoy, cuartetos de la cátedra de Günther Pichler. De los cuatro que trabajan en el instituto, tocaron dos: el Finzi y el Signum. ¡Ojo, con el Signum!, un cuarteto alemán joven y ya con solera que hizo un Mozart excepcional y me sorprendió con una obra que no conocía, Arcadiana op. 12 de Thomas Adès.
A ver qué traen las semanas venideras. Yo quiero más.

2 comentarios:

  1. Hola!,

    Recién llegada a Madrid he estado buscando dónde disfrutar un poco de la música de cámara y encontré tu blog que me parece muy interesante. Te seguiré de cerca :D

    Un saludo

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  2. Bienvenida a Madrid.

    Ojalá te sirva el blog. Está para eso.

    Hasta otra.

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