En la entrada anterior, nos ocupábamos del ciclo camerístico más veterano del país. Hoy toca el turno del que quizás sea el más joven y, sin duda, uno de los más interesantes: me refiero al orensano SEN BATUTA que emprende, en muy pocas horas, su segunda temporada de existencia.
El ciclo consta de un concierto mensual -de septiembre a junio- y se celebra, el primer jueves de mes, en el hermoso Paraninfo del Instituto Otero Pedrayo. Los conciertos van precedidos de charlas-coloquio que pretenden ofrecer al público herramientas para el mayor disfrute de la música.
La nómina de intérpretes es muy atractiva: saliéndose de los canales habituales de programación, el ciclo apuesta fuerte por grupos jóvenes que ya han destacado en el panorama internacional -Cuarteto Callino y Doric, Trío Dalí...-, junto a figuras míticas de la escena musical actual -Vladimir Mendelssohn o el Trío Ravinia con Rainer Schmidt.
Lo mejor del panorama camerístico español se podrá oir en Orense: el Spanish Brass Luur Mettalls, dos intervenciones del Cuarteto Quiroga -la segunda con Alain Meunier y el citado Vladimir Mendelssohn en la integral de sextetos de Brahms- y el Cuarteto Casals -con un hermoso programa que mezcla Toldrá, Schnittke y Schumann.
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Otro punto a favor del ciclo es la presencia normalizada de la música de hoy: Kurtág, Carter y Escaich se dan la mano con Haydn, Beethoven y Brahms, en armónico y enriquecedor contubernio. Un único lunar: el ciclo comienza dentro de dos días y la página web sigue en construcción. De todos modos, más información en http://www.senbatuta.com/
Orense ocupa el número sesenta en la lista de ciudades españolas por población. ¿Cuántas de las cincuenta y nueve poblaciones que la preceden pueden presumir de una iniciativa cultural semejante? SEN BATUTA demuestra que si se une la sensibilidad cultura de la administración -en este caso, el Ayuntamiento de Orense- y una labor de programación inteligente -responsabilidad de Cibrán Sierra, violinista del Cuarteto Quiroga- es posible ofrecer un ciclo camerístico de primerísima calidad en una ciudad mediana.
Ojalá SEN BATUTA dure muchos años y que en otras ciudades españolas cunda el ejemplo. Seguro que acabaríamos siendo un país mejor.
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