miércoles, 8 de diciembre de 2010

Música de cámara y digestión


Leo un artículo de Xurxo Fernández, en el Correo Gallego. Me hace gracia el párrafo final:

"He defendido siempre que la música de cámara ayuda a disfrutar mejor una comida. Y pondría la mano en el fuego respecto a un hecho físico: los cuartetos de cuerda facilitan la digestión. Lo aprendí entonces, comiendo esas primeras torcaces. Sonaba Mozart en el tocadiscos. Era, precisamente, el cuarteto La Caza, en Si Bemol Mayor, KV 458. Como intérpretes, el mejor cuarteto de la Historia: los Amadeus Quartet, los Fab Four de la música clásica. Aquello sí que era el retrato perfecto de la felicidad."

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