Desde que empezó el nuevo año, es la primera vez que me siento a escribir en el blog. Mi humilde experimento arrancó hace ya más de doce meses y, dada mi presunta inconstancia, se ha venido manteniendo con asombrosa regularidad.
Me entretengo con los datos de visita: más de 7.000 entradas provenientes de 61 países. Una minucia en las cifras de internet pero una sorpresa para un proyecto tan poco ambicioso. Creo que la responsabilidad de este "éxito" está en la admirable capacidad de comunicación de nuestra lengua. Repaso la lista de los diez países que más han contribuido con sus visitas: España, Argentina, México, Colombia, Francia, Chile, Perú, USA, Venezuela y Bolivia. Algunas de estas regiones me resultan tan remotas y alejadas de mi realidad que sólo el milagro de la lengua común explica el lazo que me une con los amigos que aquí entraron. Un abrazo para todos ellos. También para los lectores exóticos de Irán, Rusia, Japón, Finlandia...
El blog nació como instrumento de conocimiento, una excusa para estar atento a la actualidad camerística. Con él he aprendido muchas cosas y, sorpresas de la red, me ha permitido conocer a gente interesante. En un balance más exigente, podría citar las debilidades que le descubro -pero no lo voy a hacer porque no sé si tengo própósito de enmienda- y acusarle de haber hecho más "superficial" mi relación con la música.
Ahora me apetece profundizar en mis conocimientos y espero -también en este año- dedicar tiempo a acercamientos más "académicos" a la música de cámara. Vamos a ver cómo coexisten estos proyectos con la bitácora. Ojalá se lleven bien. Hasta pronto.
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