En esta primera quincena de la temporada, sólo he asistido a tres conciertos de nuestro género. Las tres sesiones tenían dos elementos comunes: intérpretes locales y programación de obras de compositores españoles vivos. Vamos al lío.
La benemérita Fundación Juan March programó para el día 7 del corriente una nueva sesión de su "Aula de (Re)estrenos". El Trío Salazar -agrupación que reúne dos profesores del Conservatorio Salazar y un miembro de la ONE- presentó un programa con Turina, Arbós y el estreno en Madrid de una obra del gallego Octavio Vázquez.
¡Qué difícil es tocar Turina! No es es que por ser sevillano crea tener la verdad sobre el compositor pero... el exceso está fuera de nuestra manera de ser (me refiero a la manera de ser de los sevillanos del barrio en el que Turina y yo nos criamos, jejeje...). Ojalá pudiera en alguna ocasión explicarme y explicar estas cosas.
Vázquez gustó: una obra narrativa, verbosa, dramática... quizás, en una primera audición, pueda parecer un poco episódica. ¿Suena a Shostakovich? Me parece un modelo mejor que otros que se pillan por ahí. Estaré encantado de escuchar más obra suya. A ver si hay suerte.
No sabía yo que los "Domingos de Cámara" que organiza el Teatro Real fuesen acontecimientos musicales tan notables. La notabilidad viene dada fundamentalmente por el marco y el público. Se celebran en la Sala Principal del Teatro, con precio único de 5 euros y lleno casi absoluto de las localidades.
No es corriente congregar a casi 1750 almas para un acontecimiento camerístico. Como los solistas son siempre anónimos miembros de la Orquesta Sinfónica de Madrid -digo anónimos porque no se especifica sus nombres hasta el programa de mano- y los repertorios no tienen nada de chabacanos, entiendo que la atracción fundamental del público es el edificio mismo. Nada que objetar a eso. El problema está en la acústica. A mi pobre oido, las cuerdas llegaban confusamente; los vientos mejor. El trabajo camerístico lejano, lejano...
En el programa, el sexteto de cuerdas de Chaikovsky, el segundo noneto de Martinu y el estreno de un Cuarteto con oboe de Jesús Torres. La obra convenció al auditorio -estimo que nada acostumbrado a la música contemporáneo: muy agradable, un poco minimal, biensonante... Me gustó.
Anteayer, programa de obras de José Luis Turina en el Círculo de Bellas Artes; formaba parte del ciclo "Claves de Acceso" que organiza el Plural Ensemble de Panisello. Yo que soy muy rancio iba para escuchar el Cuarteto con piano (no me suelen ir mucho las obras para conjunto instrumental heterogéneo). El compositor presentó el programa con palabras precisas aunque poco seductoras. La interpretación sólo correcta. La sala Goya es incómoda, seca y se escucha mucho ruido. Confieso que estuve más pendiente en resolver la cuestión de cómo colocar mi espalda en aquellas sillas. Querría escuchar la música en otras condiciones porque me pareció intensa y muy bien pensada.
Vázquez, Torres, Turina... me felicito de la variedad de las propuestas presentadas. ¡Y luego dicen que la música contemporánea es aburrida!
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